9 de mayo de 2011

Desde el comienzo

Lizzy a Mr. Darcy

« Desde el comienzo mismo, casi puedo decir que desde el instante mismo en que lo conocí, sus modales que consideré propios de una persona arrogante, su vanidad, su desdén egoísta a los sentimientos ajenos, pusieron los cimientos de la desaprobación que los sucesos posteriores han convertido en firmes desagrados; y aunque no lo hubiera conocido sino hace un mes, habría pensado que era usted el último hombre del mundo con quien podría... »
Orgullo y Prejuicio,  Jane Austen.

25 de marzo de 2011

Para m'hijo

A un gato

No son más silenciosos los espejos
Ni más furtiva el alba aventurera;
Eres, bajo la luna, esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
Divino, te buscamos vanamente;
Más remoto que el Ganges y el poniente,
Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano. Has admitido,
Desde esa eternidad que ya es olvido,
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño

Jorge Luis Borges


Musicalizado por Pedro Aznar

8 de marzo de 2011

Y Dios me hizo mujer...


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.


Gioconda Belli



25 de octubre de 2010

Sin remordimiento, adiós...

Carta de Hélene a Hervé, extracto...

«... ya no hay tiempo para huir ni fuerza para resistir, tenía que ser este instante, y en este instante es, créeme, señor amado mío, este instante será, de ahora en adelante, hasta el fin (...) No no veremos más, señor. Lo que era para nosotros, ya lo hemos hecho y tú lo sabes. Créeme: lo hemos hecho para siempre. Conserva tu vida al margen de mí. Y no dudes ni un segundo, si es útil para tu felicidad, en olvidar a esta mujer que ahora te dice, sin remordimiento, ADIÓS.»
Seda, Alessandro Baricco.

10 de octubre de 2010

Dos personas a la vez

«¡Vamos! ¡De nada sirve llorar de esta manera!», se dijo Alicia a sí misma, con bastante firmeza. «¡Te aconsejo que dejes de llorar ahora mismo!» Alicia se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma (aunque rara vez los seguía), y algunas veces se reñía con tanta dureza que se le saltaban las lágrimas. (...) a esta curiosa criatura le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez. «¡Pero de nada me serviría ahora comportarme como si fuera dos personas!», pensó la pobre Alicia. «¡Cuando ya se me hace bastante difícil ser una sola persona como Dios manda!».

Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll.

2 de septiembre de 2010

Sobre relaciones, como siempre...

No suelo ver películas destinadas específicamente a un público en particular. Es decir, por ejemplo, no suelo ver películas estrictamente para chicas... Pero a veces, mientras salto entre canales, engancho con alguna, como me pasó con "El Diablo Viste a la Moda" (The Devil Wears Prada).

Ubiquémonos cerca del desenlace, cuando la protagonista - esclavizada por su jefa y por quien se ha convertido en una persona completamente diferente a quien realmente es - tiene una pelea final con su pareja tras contestar un llamado de la malvada patrona en un momento crucial, claro. Hay algo que el novio le dice a modo de ultimátum, una frase que se me quedó grabada en la punta de mi neurona más activa, y que hoy, tras un suceso en particular, volvió a resonar en mis adentros, y cito: "You know, in case you were wondering - the person whose calls you always take? That's the relationship you're in. I hope you two are very happy together"... que en nuestra lengua sería algo como "¿Sabés?, por si te queda alguna duda - la persona a quien siempre le respondes los llamados, esa es la relación en la que estás. Espero que sean muy felices juntos".

Y a eso me refiero, estamos en permanente contacto con gente de nuestro pasado y nuestra actualidad. Pero siempre está ese alguien a quien incondicionalmente tendemos la mano, o en quien siempre nos apoyamos. Siempre está esa persona a quien todo le contamos, y quien siempre tiene algo para compartir con nosotros. Y generalmente es alguien del pasado pero que está, todavía, en el presente. En lo mucho o en lo poco que se lo permitamos... siempre está.

Me pasa, como nos pasa a todos. Intentamos evitarlo, pero lo permitimos en ciertas ocasiones. Manipulamos las situaciones y los momentos, nos convencemos de que nadie más podrá ayudarnos y los convencemos de que más nadie podrá acudir a ellos.

Y nos hacemos adictos, y nos envolvemos en esa relación que ya no existe, pero que está al alcance de un llamado. O un mensaje. O un mail.


... who's gonna hang it up when you call? ♫ The Cars

20 de junio de 2010

De vuelta a introvertolandia

Es inevitable, que luego de ciertos ciclos - que como bien sabemos, una vez que terminan se vuelve al comienzo - las cosas se re-acomoden en su lugar. Y esto no lo manejamos nosotros ni los otros. Simplemente sucede.

En mi caso me encuentro acercándome al inicio otra vez. ¿De qué?. No creo saberlo con exactitud, pero me atrevo a decir que todo "está volviendo a la normalidad". Es como que salí a dar un paseo por lugares extraños a conocer gente diferente, pero ya no puedo ir mas allá. Debo volver a mis raíces y ser fiel a mi esencia, forzada o naturalmente.

Eso es lo que me pasa, el círculo se está cerrando y mientras avanzo también me encuentro recorriendo un retroceso. Pero no lo siento como una involución, sino como algo necesario e imprevisible que me hará bien.

Necesito estar en soledad, esa de la que muchos reniegan pero que a mí siempre me hizo tan buena compañía.

Ya no me divierten las muchedumbres que recorrí durante noches y amaneceres y que, hace no mucho tiempo parecían tan ajenas y lejanas a mí. Ya no me relaja la música de esos momentos compartidos con amigos y conocidos. Extraño esos momentos de reflexión y conversaciones conmigo misma donde las melodías no hacían más que estimularlas, a diferencia del bullicio en que me sumergí en el último tiempo y que me distrajo de lo que realmente me importa.

Estoy llegando al principio del final, o al final del principio. Es un ciclo, y dejo atrás lo nuevo para volver a lo viejo, que es también novedad.

28 de abril de 2010

No siempre es el perro

... el mejor amigo.

(Mi ahijado y Midas, in fraganti)

19 de abril de 2010

Pseudo monocromo

Dicen que a mi vida le faltan colores...

12 de abril de 2008

No tan distinta

Otro momento. Otra edad. Otra perspectiva. Otra vida.
Nueva gente. Nuevos lugares. Nuevas experiencias.

Los mismos miedos. Las mismas dudas. Los mismos cuestionamientos. Los mismos errores. Las mismas piedras en el camino. El mismo sentimiento.

Pasa el tiempo, pruebo nuevas cosas, veo nuevas caras, camino nuevas rutas, crezco, aprendo y vuelvo a intentar. Me caigo, me levanto y sigo.

Cambio de lugar las cosas, cambio el aspecto de mi hábitat. Muto y permuto mi existencia. Pienso, digo y hago. Me arrepiento, vuelvo a empezar.

Pero sigo siendo igual, por dentro y por fuera. Digo las mismas cosas, me río de las mismas cosas. Llevo la misma carga en mi mochila, quizás hasta pesa más. Pero la llevo igual que antes.

Veo a mi alrededor, todo cambia a cada segundo, junto con mi mirada atenta y quizás, desinteresada. Pero todo me resulta igual, ante mi apatía. Quizás el cambio no importa si no se saca provecho de él.

Me rodeo de nuevas multitudes, pero sigo sola. Cambio el color de mis pestañas, pero sigo viéndome igual. Hasta mi guardarropas cambié, pero la ropa me sienta igual. Cambié las estructuras de mis días, pero sigo siendo el mismo desorden. Duermo más, pero me siento cansada todavía. Dejé de soñar, pero todo me resulta inalcanzable aún. Quise guardarme los sentimientos, pero sigo siendo un libro abierto. Callé mi voz durante un tiempo, pero sigo gritándole al mundo.

Avanzo, retrocedo, corto pedazos, hago un collage con las imágenes de mi vida. Y todo parece ir variando junto conmigo.

Pero al fin y al cabo todo me da igual, me parece igual, sigue igual.

Y concluyo que no soy tan distinta a la que era ayer. O el día anterior, ni el que vendrá.